martes, 26 de julio de 2022

Sin crisálida

 


Sin crisálida

 

No supe de mis alas,

hasta que habían crecido, tanto,

como para dominar y soportar mi peso en vuelo.

Me acostumbré al dolor,

entre las sombras,

en la ausencia de disfrute,

en la anti-complacencia sostenida

por los ruidos de las modas de algunos

y las imposiciones de otros.

Dormí aletargada en sueños,

sin poder despertar a la fe ni a la consciencia.

No supe que el dolor que padecía

era el lento transitar de la savia en marcha,

entre las sutiles cavernas del plano de mis vuelos.

Imaginé que fui, pero no fui…

No atendí las fallas ajenas,

hasta poder reconocer las propias

en rostros extraños.

Levanté mi mirada y aún dormía.

No supe que ese estado de inconsciencia,

se debía al tiempo del pernoctar eterno, media vida.

No entendí, que mi niñez de larva muda,

que mi fragilidad aparente

y mis ojos de nube tenían que ver con ellas.

No supe…hasta que las vi en el espejo reflejadas

y entendí que portarlas sería tan doloroso

como sentirlas crecer en mi inocencia.

Ahora que sé que están conmigo,

puedo planear

por sobre el cielo infinito  de mis ansias pasadas,

pernoctar en lo alto, darme al vuelo,

posarme entre las ramas,

caminar con ellas escondidas

y aprontar su amplitud

por si necesito urgente de la huida.

 

Porque la libertad de aprendizaje,

entre luces y amplios dibujos de colores,

sin crisálida y a más de media vida,

con alas o sin alas no es lo mismo.

Volar siempre contiene lo infinito…

 

Sandra Gutiérrez Alvez

Salma Hassan

10/9/11

Este poema fue publicado en mi blog El reino de Seda en la fecha que lo escribí. 

https://elreinodeseda.blogspot.com/2011/09/sin-crisalida.html