Sumé mis desechos, les prendí fuego.
¡Tanto fuego ardiendo en medio de enero!
Hay tanto chirriar de ramas al viento
sobre el hormigón que media este miedo.
El agua que sana apaga el incendio
quedando el carbón como vil recuerdo.
"Montones de nada", urdirá el ingenuo,
"mucha más basura" imagina el ciego
Pero este carbón de acacias de enero,
esboza sutil, sobre canson grueso,
figuras que arden en el pensamiento
convirtiendo en oro el bendito fuego.
Salma Hassan
de "Septiembre 28" inédito.
Un poema al mismo alma, besos un placer leerte
ResponderEliminarGracias por tu visita, Demian, un placer contarte entre los lectores.
ResponderEliminarHay poemas que hay que leerlos con calma. Con la rabia contenida.
ResponderEliminarUn abrazo